La semana comienza por buscar una inscripción que la verdad no fue difícil ya que el duatlón era la primera vez que se realizaba en RIBA-ROJA y por parte de la participación era menos de la que yo esperaba para ser uno de los últimos del calendario.
Una vez concretada mi inscripción pues ya sabes, el ritual de siempre, buscar que no falle nada mecánico en la maquina realizando una buena puesta a punto en mi lugar de confianza (BIKE POBLA) y con la garantía de que estará para el evento.
La verdad es que una de las cosas que más me fascinaban de este duatlón era el rodar con la MTB y saliéndome de la rutina de la carretera, buscando sensaciones nuevas en el trazado y en los cambios de nivel que ofrecía el duatlón cros.
Bien pues con todo esto comienzo el sábado tranquilo un buen desayuno y prontito a comer ya que a las 15:30 tengo el banderazo, últimos retoques en la bici antes de cargarla en la PICACHU.
Pues nada, camino de Riba-roja ya se respira ese ambiente característico de todas las competiciones, entramos sin dificultad, todo está marcado desde los primeros accesos al pueblo. El parking es amplio y esta justo al lado de una cafetería, esto es lo bueno, ese cafetito antes de empezar.
Recogida de dorsales y montaje de la bici, me desplazo como siempre a dejar el material en el box y pasar el control de la federación, ahora si es momento de ese café antes de la salida y con todo controlado.
Tarde calurosa y buen tiempo, nervios y sonidos de los pulsometros sincronizándose para el momento de la salida, salimos y a verdad me encuentro muy cómodo rodando pecando de guardar ya que no se muy bien lo que me espera a lo largo del duatlón cros, primera vuelta y ya con la idea clara del trazado a pie, de donde puedo exigirme un poco mas y ahorrar piernas para la transición de la bicicleta. Ya en la primera vuelta se producen los primeros abandonos y esas cuentas que empiezan a pagar los que salen más alegres sin medirse. Segunda vuelta es hora de bajar un poquito el ritmo y llegar con ese aliento para poder pensar en la Transición, allí mientras me pongo el casco y las zapatillas ya me cuenta Robert como voy y un poco como va la carrera para hacerme una idea conjunta, salgo rodando con un desarrollo cómodo que me permita adaptarme rápido.
El circuito de bicicleta en principio no es muy técnico es de una sola vuelta y muy variado en cuanto a pendientes y lugares, la verdad el primer rampon me pilla de sorpresa, me saca un poco de punto y tengo que recapitular para buscar la cadencia que tenía prevista, comienzo a pasar gente, quizás lo curioso de estos duatlones es que la mayoría del tiempo sueles rodar solo, no es como los demás que buscas una buena rueda y te dejas llevar un rato, este los pequeños grupos que se van seleccionando se van rompiendo a menudo junto a los cambios del trazado que pasan factura, continuo por el trazado con un sin fin de personas andando por causas mecánicas y algunos pasados de punto que te preguntan cuanto queda, busco el seguir con esa cadencia pensada, poco a poco veo como los km van pasando y se acerca la llegada a Rioba-roja, busco el soltar la piernas un poco para tenerlas bien de cara a la transición, ahora ya se donde puedo apretar en la carrera.
Nada mas llegar veo un goteo muy pequeño de bicis y que quedan muchos por llegar, eso me hace pensar que puedo estar entre los 50 primeros, poco a poco, entro y salgo rápido buscando el ritmo para afrontar ese 2,5 final, ahora ya esta casi terminado, poco a poco voy encontrándome bien y en la parte final del polideportivo tengo mecha para realizar un buen cambio de ritmo que me permita ganar algunos puestos de gente que con el rampon se viene abajo, cambio de pendiente y solo me queda dejarme llevar hacia los metros finales, ahí esta la llegada, sensaciones buenas y con esa alegría incontrolable de habértelo pasado como un niño, sin duda después de esto allí estaban Robert, Sandrita, Ángel, Super Gelete y Marta quien me aguanta horas de entrenamiento y se deja los dedos encajándome después en la camilla, en fin gracias a todos por estar ahí animando y ser como sois, sin duda el año que viene repetiremos en Riba-roja.
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